Repercusiones
de la intervención en la ciudad
El proyectar en una ciudad puede presentar
infinitos desafíos, y se vuelve muy difícil ser determinante a la hora de tomar
decisiones. No podemos, por lo tanto, establecer parámetros universales, para
cualquier tipo de ciudad o espacio urbano sin discriminar su ubicación
geográfica o tamaño relativo. Igual sucede con su cultura, historia e
identidad, factores que se mostraron muy relevantes en nuestro caso de estudio.
Esta experiencia, nos brindó la posibilidad de comprender cómo aspectos que no
son puramente físicos, pueden resultar muy definitorios.
Si buscamos el confort urbano, ponemos
énfasis en aspectos como la escala, la ocupación del suelo, un transporte
práctico, la inclusión de áreas verdes, buena iluminación, amables condiciones
de ambiente, etc. Todos estos son factores elementales a la hora de tomar un
partido o definir una idea, y la variación de uno de estos probablemente va a
repercutir en su entorno.
En estas instancias, también juegan otras valoraciones, un tanto más sensibles
y menos a la vista. Factores que hacen a la identidad de un espacio, y nos
permiten distinguirlo de otros muy distintos. Estos suelen volverse más
perceptibles en lugares como La Paz, pequeñas ciudades de un perfil más bien
conservador, donde su habitante se asemeja a su entorno.
Por lo tanto, estas características, si bien se pueden pasar por alto a la hora
de analizar una ciudad, son igual de importantes, ya que hacen la diferencia.
Estas nos permiten distinguir, por ejemplo, Montevideo de Colonia, o Piriápolis
de Punta del Este. Somos capaces de reconocer cual es la esencia de cada lugar,
y encontrar formas de reconocer, discriminar o medir aquello que es lo que la
distingue, identifica y diferencia.
Estas, son fundamentales a la hora de crear un espacio nuevo. Es importante
tener en cuenta, cual será el habitante tipo, en donde trabaja y por donde se
mueve, lo que será establecido por la propuesta que presentemos de ciudad. Lo
mismo sucede, entonces, a la hora de intervenir en un espacio ya conformado. En
este caso, las reglas de juego se vuelven cruciales, ya que establecen que
cambio generaremos con nuestra intervención.
Si bien estas consecuencias nunca pueden ser completamente predeterminadas con
anterioridad, es posible incorporar una determinada intención. Lo pudimos
evidenciar en el caso de la operación generada en la plaza, donde algunos
implementaron proyectos innovadores que hacían caso omiso al entorno existente,
mientras otros se concentraron en mantener las particularidades y componer
propuestas que se relacionen en una sintonía acorde al lugar donde se impone.
Estas transformaciones o cambios que nosotros
como proyectistas podamos generar, van a repercutir de maneras diferentes a la
ciudad. Incorporando medidas nuevas, podemos generar cambios en el habitar del
locatario. Desde la aplicación de mobiliario urbano innovador hasta la
reestructuración del paisaje inmediato, se generara un impacto respectivo en el
usuario, y a su vez, en la imagen de ciudad, generando una nueva historia e
identidad.