Consideraciones a tener en cuenta al proyectar una ciudad.
Tanto las visitas hechas a La Paz como el primer ejercicio
propuesto en otra parte de la misma ciudad, son a mí entender herramientas
claves para proyectar sobre el predio planteado.
Ambas instancias hicieron que conozcamos mejor la ciudad.
Porque claro está que no se puede ni siquiera esbozar una línea sin entender
cómo funciona la misma: cómo es la identidad de La Paz, quiénes son sus
actores, cuáles son las principales tareas que allí se realizan, cómo se mueve
la gente, qué es lo que hace falta, que es necesario reforzar, cuáles son sus
fortalezas, cuáles son sus debilidades, cual cómo es su arquitectura, sus
códigos, etc.
Recién habiendo absorbido todos estos conocimientos y
perspectivas, y claro que teniendo en cuenta y gran consideración a las
distintas opiniones de los pobladores, uno puede sentarse frente a un papel.
Pero este es un papel que, a diferencia de lo que pasa al proyectar una ciudad
de cero y sin características topográficas tan marcadas, no es blanco. Es un
papel que tiene todo un entorno consolidado al que hay que respetar, una
topografía y naturaleza distinta y muy interesante en la
cual uno tiene que pensar, una identidad ya marcada que hay que tener en
cuenta, y necesidades de la gente que hay que saciar.
Todos estos aspectos que vienen dados al tratar con una
ciudad que ya está consolidada, hacen al trabajo mucho más difícil. Pero a la
vez, hacen que la primera lluvia de ideas sea mucho más rica en fundamentos, y
ayudan a ubicarse e imaginarse como un habitante de esta ciudad. Lo convierten
en un desafío.
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