Fernanda Correa
Taller de Urbanismo Grupo B
Agosto 2013
El dia 25 de octubre de 2012, en el
diario El Observador se publicó un artículo con el titular “IMM reconoce fallas
en el corredor Garzón pero defiende su diseño”.Con respecto al mismo este toma varias
opiniones de los involucrados como: Gerardo Urse, director de Movilidad de la Intendencia Municipal
de Montevideo, Juan Salgado presidente de CUTCSA, Jorge Gandini diputado
nacionalista y candidato a la IMM,
Daniel Graffigna exedil nacionalista, entre otros.
Todos ellos expresan diversos informes
sobre la obra urbanistica realizada sobre la Avenida Garzón desde San
Quintín hasta la Terminal Colón,
que llevó dieciséis meses de atraso por la no planificación previa consciente
de la misma según mi entender.
Creo que si bien una obra de tal
magnitud puede presentar desperfectos o errores no se conciben fallas graves
como los techos de las paradas sin cálculo en su ancho, el ancho del corredor y
la posibilidad de sobrepasar una unidad dentro del mismo.
En una recorrida por el lugar se
evidencia poco espacio verde, quitado por la construcción; creo que para
cualquier intervención se debe de tener en cuenta como elemento de gran
importancia y relevancia, la incorporación de los mismo, buscando una mayor
relación con la naturaleza; considero la falta de consulta previa a los
involucrados en la zona, ciudadanos, usuarios del transporte, trabajadores,
negocios, etc.
Inclusive en el articulo, el
presidente de CUTCSA expresa un planteo desde la Intendencia de
solicitar unidades más pequeñas, demostrando allí lo que he planteado
anteriormente, una construcción que debería beneficiar a todos los usuario,
teniendo en cuenta lo disponible termina siendo un problema que requiere
modificaciones de los actores diarios.
Otras observaciones que me parecieron
importante destacar es el ancho de las veredas en algunos tramos que podrían
haberlas ajustado para otorgar mas espacio al tránsito vehicular o peatonal,
así como el estudio previo de las señales viales a cargo de la UNASEV y el control y la
supervisión de la
Intendencia para que los usuarios comprendan y cumplan las
mismas. Se hace complejo el transitar porque no es ágil, la espera se hace
confusa por momentos sin grandes posibilidades de maniobra, a eso debe
agregarse que el ciudadano no cruza donde debe, no respeta las normas y se
aglomera en las paradas sin tener espacio suficiente para trasladarse. Se
encuentran muy cerca de la calzada mostrando ciertos riesgos.Dichas paradas deberían ser mas amplias
dando el fluido de personas, dado que la obra requirió mucho gasto y trabajo.
El corredor presenta despertadores que
a pesar de estar allí permiten cambiarse de senda tanto a los autos u ómnibus,
si el tránsito esta trabado, lo que provoca un riesgo importante para los
peatones y viajantes.
No me parece que un corredor que tiene
como objetivo agilizar el tránsito de entrada o salida a la ciudad haya sido de
tan corta extensión pudiendo haber realizado un solo carril para ómnibus, como
se plantearon en otras zonas de Montevideo, sin ocasionar tantos conflictos.
A pesar de que todo cambio urbanístico
genera una revitalización de la zona, quizás no fue el lugar mas adecuado para
una obra de tal dimensión a mi entender, ésta hubiese sido mas productiva sobre
Avenida Italia o Bulevar Artigas que su espacio es más amplio y otorga mayores
posibilidades de planificación.
El titular del artículo tratado tiene
una lectura un tanto ambigua desde el momento que si bien aceptan los
responsables los errores cometidos aseguran que el diseño esta bien concebido,
cumple con lo reglamentado y que las imperfecciones son reparadas sin gasto
extra sin evaluar quizá las distorsiones en el lugar. Considero que no hubiese
habido errores graves, como los ya comentados si el diseño hubiese sido pensado
seriamente y tomando en cuenta a los comprometidos.
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