domingo, 10 de noviembre de 2013

La crisis del tránsito en Montevideo



Martín Gejer
Grupo B / Setiembre

Noticia disparadora del artículo:  


Si bien la preocupación por la situación del tránsito en la ciudad de Montevideo ha estado presente en los últimos años, han aparecido en los últimos meses diferentes debates acerca del tema. El impacto de lo que fue la obra del corredor Garzón aparece siempre presente, y las declaraciones y propuestas del Ministro Enrique Pintado se hacen eco.

En los últimos años, el tránsito en la ciudad de Montevideo se ha vuelto cada vez más complicado y caótico. La dificultad en la movilidad de las personas en lo que refiere a vehículos particulares y a los usuarios del transporte público ha ido empeorando y ha sido tema de debate en repetidas ocasiones.
Por un lado, la flota de autos existentes en la ciudad, ha crecido considerablemente, lo que no fue acompañado por una adaptación de la infraestructura necesaria.
Por otro lado el uso del transporte público  sigue siendo fundamental, sin embargo, la flota de ómnibus con la que contamos, presenta carencias importantes. Antes que nada, se trata de vehículos viejos, que se desgastaron con el tiempo y que no funcionan a la perfección. Sumado a esto, no hubo una adecuación ni un mantenimiento necesario de la infraestructura vial como hubiese convenido.

Estos factores tuvieron por lo tanto como consecuencia un deterioro de las vías públicas. Y este hecho, trae consigo fenómenos que repercuten sobre toda la población. Entre ellos, encontramos desde mayores tiempos de espera para alcanzar lugares, incomodidad para usuarios, dificultades en la circulación, estrés, disconformidad y falta de confort. Todos estos, sumados a otros factores, generan que la calle se haya transformado en lo que es hoy en día: un lugar de tránsito, en el que la gente no desea estar, y sólo espera arribar a su destino lo antes posible. El habitante no se apropia de esta calle, que no se adecua a su situación. No la vive y no se identifica (al menos si se la compara con lo que significó la calle en nuestra ciudad, años atrás).

En este sentido, se han hecho diferentes propuestas con el correr de los años; algunas llevadas a cabo, otras no. En las últimas semanas, el Ministro de Transporte y Obras Públicas, Enrique Pintado, trajo a la luz una propuesta particular. Si bien puede llegar a no llevarse a cabo, o posiblemente no pretenda hacer un cambio profundo, podemos ver algunas de las características de las ideas que se proponen al día de hoy en nuestra ciudad. El Ministro, propuso incorporar a Montevideo el "Bus Rapid Transit": un proyecto que se llevó a cabo en la ciudad de Santiago de Chile, que logró efectivizar y mejorar el tránsito y sobre todo el transporte público. Esto gracias a la creación de líneas con recorridos más efectivos con vehículos que los pudieran recorrer de forma más veloz y con menos paradas. Sin embargo en el caso de Chile, se llevó a cabo también el metro; lo que claramente también influyó en el mejoramiento de las circulaciones internas de la ciudad.
Si bien es una propuesta interesante la que se llevó a cabo en dicha ciudad, en mi opinión no necesariamente debería funcionar en la nuestra. Y creo que ese punto es un problema que nos afecta en muchos aspectos en lo que refiere a las intervenciones urbanas que se han hecho en los últimos años en nuestra ciudad. Muchas de las propuestas y de las intervenciones que se llevan a cabo, surgen de la adaptación de otras intervenciones de otras ciudades. Sin embargo, nuestra ciudad necesita más una planificación global, a mayor escala y pensada especialmente para las características de nuestro territorio.
De hecho muchas de las intervenciones que se llevan a cabo son puntuales y repercuten en un punto en específico, y no siempre se piensa en qué tipo de intervenciones merecen las calles y los espacios públicos en nuestra ciudad, tomando en cuenta nuestra cultura y nuestra población.

Hoy en día, el caso del que se habla más es lo que fue la creación del corredor Garzón. Si bien está planteado que se lleven a cabo intervenciones similares en otros sectores de la ciudad, puntualmente esta intervención no tuvo repercusiones tan positivas, o al menos dejó en evidencia la falta de experiencia y de planificación correcta en estas intervenciones.
También podemos asociar los intentos de las vías  que se intentaron generar en las calles, para que circularan sólo ómnibus (sin corredor). En el caso de que sea una intervención que sea la conveniente para algunas de nuestras vías (fue criticada por muchos cuando se la planteó para Av. Italia), de todas formas no se llevó correctamente a la práctica. Tal vez por falta de control, tal vez por falta de comunicación, o uso no adecuado.

En conclusión, creo que antes de cualquier intervención, es necesario estudiar si realmente se adecua a nuestra ciudad y  a nuestra población. No necesariamente surgirán las ideas provenientes de otras ciudades, ya que no necesariamente nuestra cultura y nuestra ciudad sea exactamente similar a las demás. Con esto no es la idea hacer un juicio de valor negativo respecto a las propuestas nombradas, sino plantear la importancia de pensar en la particularidad de un territorio para lograr una intervención con resultados positivos.

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