Proyectar sobre una ciudad consolidada
El generar cambios en un lugar donde hace
muchos años no suceden es algo que conlleva una gran cantidad de elementos a
tomar en cuenta más allá del proyecto en sí. En el caso particular que estamos estudiando,
la ciudad de La Paz es una muy antigua y en cierto modo “dejada de lado” en
términos de su desarrollo.
Este poblado comenzó siendo un centro de
explotación de canteras de granito que se fue desarrollando de acuerdo a las
necesidades de sus habitantes, quienes trabajaban estos recursos. Luego, esta
actividad se fue abandonando y este lugar se transformó en una ciudad
dormitorio con total dependencia con la
capital del País. La trama urbana se constituye más que nada
de manzanas residenciales siendo una calle la estructuradora y la que concentra
los programas comerciales. Posee algunas escuelas y un liceo. Está totalmente
despojada de programas para actividades sociales o circuitos deportivos o
parques. Como tal, esta ciudad es un lugar que desde
el punto de vista urbano tiene mucho potencial, con sus enormes espacios de
canteras y un arroyo que lo recorre. Es el lugar ideal donde realizar un
proyecto para proveer a la ciudad de todos estos programas que carece e
inyectarle vida al lugar.
Sin embargo, sus habitantes no lo piensan así.
Tal vez sea el miedo al cambio, o la conformismo con lo que ya hay, pero están
contentos con la realidad que tienen y no se dan cuenta de la mejoría que
lograrían con algunos cambios.
El gran desafío de proyectar en una ciudad
consolidada está en convencer a sus pobladores de todos sus aspectos positivos.
Claro que, el intervenir en el tráfico, construcciones existentes y espacios
que las personas se han apropiado son otras de las dificultades. Pero lo
principal es lograr la aceptación del proyecto por parte de la gente para poder
llevar a cabo los cambios.
Uno de los grandes objetivos generales para
el proyecto de La Paz es recuperar su valor de uso para los ciudadanos. Por esto,
el espacio público se convierte en el gran protagonista de la actuación. Además,
en este caso, la proximidad de las canteras proporciona un aliciente de gran
potencial lúdico.
Para esto, dejar que la historia y los
elementos de la tradición local, tanto arquitectónicos como espaciales, marquen
las pautas de las transformaciones es clave. A la hora de comenzar un proyecto, es
imprescindible tomar contacto con los habitantes del espacio de actuación.
Estos serán los protagonistas de las
actividades que se propongan y serán quienes tendrán el poder de hacer que el
plan tenga o no éxito. Se debe estudiar minuciosamente los
movimientos tanto peatonales como vehiculares, los puntos de reunión y aquellos
que poseen importancia sentimental para las personas de la zona. El proyecto debe estar de acuerdo a todo
esto para ser capaz de proporcionar mejoras sin crear cosas que luego caigan en
desuso por no estar relacionadas con la manera de pensar y vivir de los
usuarios.
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