lunes, 26 de octubre de 2015

TU. F2: LAMORTE

Innovación vs. Identidad


Hacer una propuesta de renovación de una plaza existente puede parecer en principio una experiencia relativamente sencilla. Lo primero que realizamos como forma de encarar el desafío fue visitar personalmente el lugar, y una vez allí pudimos identificar el estado y la calidad de las distintas áreas y así aparecieron las primeras ideas.

En un principio nos vimos tentadas por la idea de sustituir o eliminar completamente todo aquello que parecía estar en malas condiciones, pero luego de escuchar otras visiones, nos dimos cuenta de que nuestra primera idea estaba equivocada o al menos no era la más adecuada para el lugar.

La experiencia de La Paz nos permitió comprender que no siempre el borrón y cuenta nueva es la mejor opción. Quizás tirar abajo la antigua estación y hacer una nueva en su lugar habría funcionado perfectamente, pero una mejor opción -que sería mejor recibida por el poblador- es restaurar y dotar de nuevas actividades a ese espacio que tiene un valor para la identidad de la ciudad.

Una vez que comprendimos la importancia que tienen el tren y la piedra granítica para el paceño, pudimos crear un diseño que con pocos recursos y pocas modificaciones incorporara al granito en los pavimentos y recuperara la relación visual entre el usuario de la plaza y las vías del tren. Es decir que, una vez que entró en consideración la identidad del lugar, la propuesta para ese espacio urbano se modificó enormemente.

Aun habiendo puesto énfasis en la identidad del lugar, finalmente nos dimos cuenta de que muchos aspectos se nos escaparon, como por ejemplo el valor que tenían los bancos de la plaza para la gente de la ciudad. 

La experiencia nos permitió entender que si uno no se informa lo suficiente sobre el lugar a intervenir, puede caer en el error de pensar que con una renovación de equipamiento o que con tirar abajo lo que existe y hacer algo innovador la gente va a quedar conforme. Pero la realidad no es así, de hecho es todo lo contrario.  Los pobladores le dan mucho valor a algunas cosas que quién lo ve de afuera muchas veces no es capaz de reconocer. Es clave vincularse con los pobladores del lugar que van a ser los verdaderos usuarios, para conocer sus necesidades, para saber qué cosas tienen un valor inmenso para ellos, ya sea porque fue construido por sus propias manos, porque tiene un valor histórico o porque lo donó alguien significativo.

Si bien la intervención en La Paz fue un desafío particularmente grande en este sentido, por tratarse de una ciudad pequeña con mucha historia, lo aprendido en esta experiencia se aplica a cualquier otra. Por más de que en otras ciudades o lugares la identidad no sea tan fuerte, siempre hay que informarse mucho, hablar con los pobladores, los usuarios, los historiadores, las autoridades, los conocedores. Esta experiencia nos deja como enseñanza que no importa la magnitud de la intervención urbana que se vaya a realizar, como arquitecto urbanista uno debe informarse y dejar de lado las ideas caprichosas que a uno le gustan, para hacer lo que la gente quiere, necesita y se identifica.


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