Proyectar Ciudades: experiencias de La Paz.
A partir de las
experiencias de los análisis y entrevistas realizados en la ciudad de La Paz,
se destacan los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de
proyectar ciudad sobre una existente. Resulta fundamental el análisis del
sitio, no solo los aspectos del terreno y el lugar a proyectar, sino los
aspectos económicos, sociales, culturales e históricos de la ciudad y su
entorno geográfico más próximo. Los arquitectos deben asumir la inserción a la
ciudad, conocer la economía, saber cómo funciona para así mismo determinar los
usos. Desde este análisis se puede empezar a crear un plan que funcione como
proyecto urbano.
Las principales
cuestiones a tener en cuenta será la relación entre el medio ambiente y la
ciudad, la disposición de los flujos de movilidad en relación con la
distribución espacial de las actividades urbanas, el diseño de nuevos tejidos
residenciales, mejorar el patrimonio humano y el paisaje, la relación entre
instalaciones privadas y espacios públicos.
Dentro de estos
aspectos del diseño como el trazado y el tejido urbano, los espacios públicos y
privados, las redes de servicio y vías de circulación, los flujos vehiculares y
peatonales, etc., debe tomarse en cuenta, que no siempre es el análisis más
obvio, el tiempo. El sentido del tiempo aparece de este modo como aspecto
fundamental tanto en su contenido histórico, de comprensión de lo nuevo como
continuador o modificador de lo existente, como en su aspecto de regulación de
un proceso de construcción de la ciudad y el territorio a desarrollarse a lo
largo de un período de tiempo más prolongado. De esta manera, se toman en
cuenta todos aquellos aspectos que van a influir directamente en que una ciudad
funcione en cuanto a los usos necesarios de la existente, las carencias que
existan, y poder desarrollar un plan que permita cierta flexibilidad y
posibilidad de futuras prolongaciones o modificaciones.
En cuanto a la
estrategia y método de trabajo, resulta necesario incluir en el proyecto la
defensa y mejora de los valores ambientales y paisajísticos para la
transformación urbana, así como la reducción del consumo de suelo y de energía,
el buen aprovechamiento de la topografía y la forma de trabajar con ella y sus
particularidades o dificultades, como forma de reducir el impacto ambiental y
mantener los paisajes naturales que forman parte de la identidad de la ciudad.
La calidad del
espacio público es la que permitirá encontrar una diversidad de propuestas que
puedan resultar adecuadas para un mismo lugar y asegurar el uso de la
población. Para lograr la calidad resulta indispensable el incluir tanto el
paisaje como la naturaleza, así como asegurarse de cumplir con todas aquellas
necesidades, presentes y posibles futuras, de la ciudad y sus habitantes.
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