martes, 1 de diciembre de 2015

TU. F3: LAMORTE

Planificación Urbana Eficiente: el rol de las leyes en Uruguay

Un-habitat, propone 5 principios a seguir al momento de realizar un plan de desarrollo urbano, que se basa en alcanzar tres características claves para ciudades o barrios sostenibles: que sean compactas, integradas y conectadas. Estos conceptos son en respuesta a la baja densidad, la dependencia del automóvil, la segregación de usos, etcétera, que se produce cuando las ciudades crecen de manera extendida sobre el territorio.

Esos cinco principios son: la existencia de una red vial eficiente que ocupe al menos un 30% de la tierra; lograr una alta densidad (al menos 15.000 personas por kilómetro cuadrado); promover el uso mixto del territorio destinando al menos un 15% del territorio de cada barrio al uso económico; lograr la mezcla social (ofreciendo casas de distintos precios en los distintos barrios, para poder alojar a personas de distintos ingresos); limitar los usos especializados de la tierra (para que no haya barrios enteros o bloques con una única función).

La idea es evitar que las ciudades se expandan para que sean más eficientes: que funcionen mejor económicamente -al crear empleo local- y socialmente para favorecer la equidad social; incentivar la caminata por sobre cualquier medio de transporte, sobre todo el privado, para mejorar la calidad de vida y la seguridad.

Si pensamos en nuestro país, algunos de estos conceptos se ven reflejados en la Ley de Vivienda de Interés Social del 2011. Lo que pretende en principio esta ley es posibilitar el acceso a la vivienda, ya que ésta es un derecho de la población y por lo tanto el Estado debe facilitar el acceso. La idea de esta ley es incorporar a los promotores privados exonerándolos de impuestos para que creen nuevas viviendas dentro de ciertas condiciones.

El objetivo de la ley entonces, es crear vivienda para los sectores socioeconómicamente bajos, medios bajos y medios de la población, contribuyendo a la integración social y al mejor aprovechamiento de los servicios, que en definitiva son llevan a tres de los principios propuestos por Un-Habitat : la alta densidad, el uso mixto y la mezcla social.
En comparación con muchas ciudades del mundo que en menor territorio tienen millones de habitantes, la ciudad de Montevideo tiene una densidad baja y tiende a crecer expandiéndose en vez de densificándose. Incluso, su extensión hacia el este (la costa de oro) llega a superar los límites del departamento.

La ley del 2011 promueve la creación de vivienda nueva o incluso la refacción de las existentes, en áreas ya consolidadas de la ciudad, como forma de aprovechar los servicios existentes y no seguir expandiendo la ciudad innecesariamente. Así se consigue lo que busca la generación de alta densidad según Un-Habitat: eficiencia en el uso de tierra, reducir costos de los servicios públicos, menor dependencia del automóvil, equidad social, descenso de la polución, y mayor eficiencia energética. Mediante la alta densidad se consigue un crecimiento sustentable de la ciudad.
El favorecimiento del uso mixto del suelo del cual habla Un-Habitat, viene relacionado con la alta densidad. La generación de nuevas actividades económicas -desde entretenimiento hasta de oferta gastronómica, pasando por muchos otros rubros- está vinculado a la presencia de mayor población. Al vivir más gente en el barrio, se instalan nuevos negocios en el área porque se sabe que van a funcionar. Esto a su vez tiene como consecuencia la disminución del uso del auto, porque los servicios están cerca, y por lo tanto la gente camina más y hay mayor vida social. Esto es lo que está sucediendo en barrios Montevideanos como Palermo o Barrio Sur.

En cuanto a la mezcla social que Un-Habitat reconoce como un principio básico para una ciudad sustentable, también es fomentado por la Ley de Vivienda de Interés Social del 2011. La ley lo hace estableciendo qué tipo de obras se pueden hacer en qué zonas y si tienen o no tope de venta. En la ciudad de Montevideo, la zona de Barrio Sur y Palermo, identificadas como zonas donde se está perdiendo la población, se permiten hacer viviendas de cualquier tipo y venderlas a cualquier precio favoreciendo la inversión de los promotores privados. Para las zonas donde corrientemente viven los sectores de nivel socioeconómico más alto como Pocitos, Punta Carretas, Carrasco, Punta Gorda, se estableció un límite de precio. De esta manera se incentiva la equidad social; que cualquier persona a través de la vivienda de interés social tenga acceso a vivir en esta zona.

Es decir que, esta ley -que en principio tenía como objetivo incorporar a los privados en la construcción de viviendas sociales- es un ejemplo en nuestro país de la importancia de las normativas, leyes y demás, no solo para fomentar un crecimiento de la ciudad dentro de los límites ya existentes sino también para cualquier objetivo que se quiera lograr en el marco del urbanismo.


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