martes, 1 de diciembre de 2015

TU. F3: SANGALLI

En las ciudades consolidadas aún es posible diseñar pensando en los peatones.           


En el estudio de UN HABITAT, entre los cinco objetivos siempre se encuentra el de hacer la ciudad “caminable”, es decir, reducir la dependencia del automóvil y generar zonas urbanas con un 40% de espacio de suelo destinado a uso económico, de manera que la gente que viva en el barrio pueda ir a trabajar cerca de casa, y de esta manera reduzca la necesidad/tentación de ir en auto.  De esta manera, y casi como consecuencia, al hacer los viales con una idea de coexistencia, sin darle mayor importancia al auto que al peatón, éstos adquirirán un grado extra de seguridad, generado por la propia vida que en éstas calles se genera.

Así visto, no cabe duda de que las ciudades/barrios que se proyecten a partir de ahora deberán contar con usos mixtos tanto en las calles (bici, peatón y coche tratados por igual), como en los edificios (viviendas, comercios y oficinas públicas/privadas). Pero, ¿Qué sucede con las ciudades que ya están completamente consolidadas y que traen consigo el gran problema de las calles pensadas únicamente para los vehículos?

Bien, pues hay solución: Recurriendo a la redistribución del espacio público, que conlleva quitarle lugar a los automóviles, ya sean calles o estacionamientos, plantar más árboles, construir más veredas y ciclo-vías, y establecer nuevas zonas de descanso, es posible diseñar lugares más acogedores, con menor congestión vial y que fomentan los modos sustentables de movilidad, como las caminatas y las bicicletas.

Con el objetivo de dar a conocer las renovaciones que ya han cambiado el diseño urbano, la agrupación brasilera Urb-I, integrada por planificadores urbanos, inició el proyecto “Antes/Después”, en el que muestran cómo eran las calles de diferentes ciudades del mundo, y cómo son en la actualidad tras una intervención de este estilo.

De esta manera, aparte de pensar en generar nuevos barrios con éstas características, podemos pensar en que el problema actual tiene solución, y mover el campo del urbanismo, volviendo a enfocar a las ciudades existentes y no tanto a lo nuevo, pensando en que puede solucionarse la calidad de vida de mucha gente y de la ciudad en general con unos cambios mínimos en las veredas, que tengan más en cuenta al peatón que al vehículo, y que generan aparte un cambio colateral en el resto de la trama urbana, ya que el entorno de la vereda también cambia, de manera casi orgánica, al crearse nuevas oportunidades para los comercios y viviendas colindantes, a raíz del nuevo tránsito peatonal.


Estos cambios sorprendentes pueden apreciarse en las imágenes del estudio ( http://www.urb-i.com/#!antes-depois-2/c12f5). Dejo 10 imágenes adjuntas para ver el impresionante efecto de estos sutiles ejercicios para generar curiosidad, ya que en la página hay más de 600 y es complicado elegir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario