martes, 1 de diciembre de 2015

TU. F3: VENDRELL

Ciudades del futuro.


Casi la mitad de la población mundial vive actualmente en ciudades, y para el año 2050 se prevé que aumente a 75%, pero, ¿en qué tipo de ciudad viviremos por entonces?

A lo largo de las últimas décadas, el panorama de las ciudades ha cambiado significativamente debido al rápido crecimiento urbano y poblacional de las mismas. Éste fenómeno deriva en varios problemas ambientales y a la ineficiencia del territorio en general, donde las ventajas que otorga el concepto de ciudad se pierde.

Los procesos de ocupación del suelo son los que determinan el crecimiento de la mancha urbana en relación con el crecimiento de la población y, por tanto, de su planeación depende aminorar el impacto negativo que conlleva la expansión de las ciudades. Sumado a este dilema, el impacto que tiene, cada vez más, el incremento en la cantidad de automóviles y la ineficiencia de las vías de conexión, llama al cambio de conciencia y a la preocupación por empezar a trazar un camino hacia la ciudad del futuro: una ciudad sustentable.

Las ciudades del futuro deben construir un tipo diferente de espacio y estructura urbana, en las cuales se tome en cuenta las problemáticas que asechan a las urbanizaciones actuales. Para solucionar dichas problemáticas, UN-Habitat propone una estrategia que resume las teorías para una urbe sustentable, basado en 5 principios que incluyen los 3 pilares para lograr una ciudad de estas características: compacta, integrada y conectada.

La estrategia se basa en generar un espacio adecuado para calles y una red de vías eficiente, generar una alta densidad en el territorio de manera de aprovechar el suelo y el espacio urbano, además, el uso mixto del territorio compone otro punto fundamental, donde se limita el uso especializado y se genera la inclusión social.

En la idea de construir una nueva ciudad, o una ciudad sustentable, el ciudadano aparece como un actor primordial, ya que nadie mejor que él, para saber de las necesidades del espacio que habita.
Cuando pensamos en una ciudad como la de Ámsterdam, por ejemplo, no pensamos en que es la ciudad más sustentable del mundo, pero sí una en la cual todos sus habitantes respetan el medio ambiente que los rodea, en la que el automóvil no es el principal vehículo para moverse, sino que lo son las bicicletas y el transporte público, y en donde se ve una preocupación por parte de los habitantes en colaborar para que esto suceda.

Ámsterdam es una ciudad que tiene muy consciente el medio ambiente y fomenta una movilidad sostenible. A pesar de que igualmente presenta altos niveles de emisiones de CO2 a la atmósfera, cuentan con un plan a 2025 de una reducción del 40%, acercándose, de esta manera, a trazar ese camino para transformarse en una ciudad del futuro.

Si bien cada vez más se puede ver la iniciativa y preocupación por modelos que lleven a las ciudades a esta transformación, todavía nos encontramos con deficiencias sobre el tema, que deben ser abordados cuanto antes. 


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