sábado, 27 de septiembre de 2014

TU: Martínez, Federico

La Aguada estancada
Si recorremos el barrio de La Aguada se puede observar en su franja costera una nueva terminal de pasajeros de trenes, el Aguada Park y la torre de las telecomunicaciones. Estas tres claramente identificables obras responden a lo que fue un intento de revitalización de la zona, la cual a causa de malos manejos han quedado apenas con estas tres (y algún otro proyecto mas)  perlas en un mar contaminado.
Estas obras (menos el Aguada Park) son parte del fracasado Plan Fenix, el cual preveía la construcción de torres de oficinas, un shopping, un hotel, un estacionamiento subterráneo y un total de 700 viviendas promovidas por el BHU. Este proyecto estaba planteado con el afán de financiar obras de saneamiento en la zona, la remodelación de la estación central de A.F.E. y la finalización de las obras en el auditorio del SODRE.

Por los años noventa la zona se mostraba muy devaluada, una estación central en estadio deplorable y cada vez un menor flujo de pasajeros, un barrio mayoritariamente de barracas y depósitos que surtía de transito pesado la zona y algún que otro terreno baldío. Estas fueron las principales imágenes apreciables del barrio de La Aguada las que se quisieron modificar. Este intento llamado Plan Fenix buscaba un cambio rotundo en el destino del barrio, se quería generar una zona de usos mixtos, de vivienda y oficinas, surtiéndola de una infraestructura digna de una zona privilegiada de la ciudad, la cual es lindera a la Ciudad Vieja, Centro y al Palacio Legislativo.

El plan constaba de una participación público-privada, el sector publico se encargaría de la restauración de las fachadas de la estación central y las obras correspondientes al mejoramiento de la infraestructura urbana necesaria para el nuevo destino de los suelos. El sector privado cofinanciar infraestructura pública en el sector en el lugar donde esta se vaya a desarrollar, la construcción con el financiamiento del BHU de viviendas.
Varios fueron los motivos por los cuales el promocionado Plan Fenix no llego a buen puerto, uno de ellos debido a que el BHU lanzo el proyecto, luego cito a empresas para las licitaciones, a posterior hizo un estudio de mercado y finalmente inicio la compra de los terrenos. Esto genero que los precios de las tierras valieran seis veces más de lo que deberían. Otro de los mayores problemas para su desarrollo fue la crisis de 2002 la cual ya todos conocemos.

Algunos vestigios quedan de lo que fue el extinto plan, si caminamos por la zona podemos ver algunos edificios de viviendas construidos, la torre de las telecomunicaciones y algún que otro edificio inconcluso. Esto sumado a la estación central, una obra declarada patrimonio municipal, un edificio exquisito de estilo ecléctico historicista diseñado por el ing. Luigi Andreoni (que se encuentra abandonado) y  a las barracas y depósitos que siguen existiendo en la zona, hacen que está presente imágenes no muy distintas a las apreciables en la década de los noventa.

A pesar del anunciado final que tuvo el Plan Fenix nos dejo al menos un nuevo símbolo de la ciudad, la llamada torre de Antel. Rascacielos diseñado por el renombrado arquitecto uruguayo Carlos Ott, que nos da la bienvenida a la ciudad cada vez que entramos a esta ya sea mediante la Ruta 5, Gral. Flores o bien desde el puerto de Montevideo. 

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