La bahía de Montevideo fue desde los orígenes
una condicionante para el desarrollo de la ciudad. A lo largo de los años se le
fueron dando diferentes usos, en un principio fue un sector residencial de una
clase social elevada que disfrutaba de las vistas que ofrecía la bahía en
algunos sectores como la Ciudad Vieja; la cual se caracterizaba por
edificaciones de baja altura con terrazas y miradores. Por otro lado fue sector
de playas y parques que le brindaban a los ciudadanos la posibilidad de un
espacio de bañados para el disfrute de la naturaleza y actividades al aire
libre.
Por
consecuencia de diferentes procesos que transformaron la ciudad, la bahía
perdió protagonismo. El sector residencial que la rodeaba perdió población que
se movilizo hacia las periferias en busca de mejores condiciones de vida y la
bahía se transformó en un sector de actividades más bien de tipo industrial con
la creación del puerto, el trazado de las vías del ferrocarril, la usina de
generación eléctrica y la refinería de ANCAP. Hoy en día este perfil continua
en crecimiento con Obras de dragado a efectos de posibilitar el arribo y
atraque de grandes embarcaciones, la creación de la terminal Cuenca del Plata
para la Instalación de contenedores, la construcción del Muelle C que funcionará como
atracadero público e instalación multipropósito para contenedores y otras
cargas, el rellenado de tierra y construcción del acceso Norte que incluyen una
superficie de 13 hectáreas, un nuevo puerto pesquero y nuevo complejo logístico.
En las últimas décadas la bahía ha vuelto a
cobrar importancia y se generan diversos proyectos con el fin de revalorizar la
zona costera y devolverle a la ciudad la conexión que se perdió por la
existencia del cinturón industrial. Estos proyectos abarcan diversos programas
de residencia, de oficina, de servicios entre otros.
Desde mi punto de vista es de vital
importancia devolverle el disfrute de la costa a la ciudad y volver a generar
una conexión, ya sea visual o de paseo costero, pero creo que existe un aspecto
que no está siendo incorporado actualmente con la debida importancia en los
proyectos. Es necesario admitir que es
una zona de mucha contaminación y que las actividades industriales que se
propone que continúen generan una
degradación ambiental para todos estas nuevas actuaciones que se proponen. La
permanencia del puerto y los depósitos de contenedores interrumpen esta nueva
apertura de la ciudad hacia la bahía y mientras no se eliminen los elementos
contaminantes como la refinería y el vertido de aguas servidas y desperdicios
industriales, la bahía no recobrara las calidades ambientales que es capaz de
brindar y las cuales podrían ser una importante
contribución a la ciudad, sobre todo porque la zona que la rodea se encuentra
densamente edificada y con la ausencia de áreas verdes.
Es evidente que las aguas de la bahía de
Montevideo se deben recuperar y que las actividades industriales que se
pretenden mantener no tengan relación con los sectores residenciales y de
oficinas ya que contaminan el aire; como la zona del puerto pesquero con sus fuertes
olores, los silos de Saman con los desechos químicos o la congestión del tránsito
y la contaminación sonora del transporte de carga, entre otros.
A pesar de realizar diferentes
proyectos que permitan la conexión visual de la bahía la original zona de
bañados es irrecuperable hasta no se modifiquen estas condicionantes.
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