sábado, 27 de septiembre de 2014

TU: Platero, Martín

La Bahía de Montevideo

La ciudad de Montevideo a pesar de que surgió como una ciudad amurallada, luego se fue desarrollando hacia el centro del territorio y expandiéndose, y ya en los últimos 40 años gracias a la actividad inmobiliaria, la ciudad se fue desarrollando sobre una franja costera hacia el Este, creando un vínculo con el estuario de Río de la Plata. Esta característica que realza la ciudad y su vida relacionándola estrechamente con la costa, no fue contemplada en el planeamiento muchas ciudades y hoy en día lo que presenta es una clara separación entre la ciudad y el agua, es el caso de por ejemplo la vecina Buenos Aires, donde existen muchos terrenos baldíos o con usos fabriles, deportivos, industriales o de depósito.

Cuando analizamos más puntualmente el caso de Montevideo, encontramos un sector de este frente costero donde, en gran parte debido al puerto de la ciudad, se encuentra en un estado de deterioro avanzado. Es por esto que se apuntó ya hace varias décadas a tratar de mejorar y revitalizar esas áreas. Por un lado, ya que la ciudad estaba presentando un déficit habitacional que no podía ser suplido por la oferta que presentaba en el momento el mercado, y por otro, para frenar el avance y expansión de la ciudad sobre sus límites, implicando la construcción de nuevas unidades de vivienda, cooperativas y bloques de vivienda, así como toda la infraestructura que el gobierno debía llevar hasta ellos. Entonces, a mi entender de modo muy inteligente, realizando la ecuación inversa se llevaron a cabo planes como ser el Plan Fénix para la zona de la Aguada. Este Plan, más allá de su posterior éxito o fracaso, tuvo una intencionalidad que se viene dando en muchísimas ciudades del mundo, y es reutilizar antiguas construcciones (en este caso antiguos barracones) que antes poseían cierto uso pero que hoy en día muchos de esos usos por motivos de logística o economía ya no se practican en ese lugar, pudiendo así no solo reutilizar lo existente, ahorrando dinero en muchos casos, así como la utilización de lo que ya dijimos acerca de la infraestructura y la posterior revitalización de una zona. Este efecto de revitalización se buscó para repoblar estas áreas de la Aguada donde por medio de la inclusión de viviendas de interés social, se lograría una cadena de mejora del barrio y posterior de la zona de la bahía misma.

Hoy en día estos barracones siguen existiendo, y más allá de cierta intervención puntual que tuvo el Plan Fénix, sin dudas no logró su objetivo en esta zona. Casos como el Mercado Agrícola así como la actual refacción de la fábrica de alpargatas en una zona deteriorada y claramente afectada por la delincuencia, son ejemplos de su limitado éxito. Pero creo yo, que este fracaso en la zona de Bella Vista se debe a grandes rasgos a un factor determinante, y es el acceso a la zona portuaria de Montevideo, lo cual genera un tránsito contante de camiones transportadores de contenedores y cargas de grandes portes. Este tránsito y escala masiva hace que no sea compatible la convivencia con la escala del peatón, de no ser que se realice una gran intervención, lo cual conllevaría no solo la refacción de los barracones sino que una infraestructura vial muy grande, que actualmente la ciudad no puede costear. Es por eso que encontramos no solo estos barracones inutilizados y en mal estado, sino que edificaciones públicas como ser la playa de maniobras en pésimos estados de mantenimiento, en lugares con excelente ubicación, accesibilidad y visuales.

A pesar de esto, valoro el hecho de que se estén realizando incentivos a la rehabilitación de viviendas en las zonas que no son costeras, por ejemplo exonerándolas de impositiva, siendo estas cada vez más abundantes y viables en zonas que no pertenecen a la franja costera. Este incentivo es quizás el paso previo a planes como el Fénix, en los que se generaría una mayor densidad de población y movimiento poblacional hacia los límites de estas zonas degradadas, aumentando la presión sobre las mismas, aumentando así también la demanda a futuras viviendas, principal factor de movimiento del mercado inmobiliario. Por otro lado, un paso más allá de este plan es quizás, la inclusión de otras programáticas, que le den vida de por si a estos lugares, y que no solo dependan de la inyección de población que se realice, es decir, que formen parte de la ciudad, y que generen así un movimiento de la ciudad hacia estos sectores que no solo incluyan la vivienda, facilitando no solo el desarrollo sino que la inversión de capital en estas intervenciones. En mi opinión, estos cambios se van a realizar en un futuro cercano no mayor a 30 años, en los que la zona de la bahía se verá revitalizada por una serie de intervenciones que desatarán una reacción en cadena de mejoramiento continuo de la zona. 

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