Espacios públicos: escalas, propósitos y definiciones.
El espacio público como concepto, es de carácter simple y de
fácil entendimiento: un lugar de uso y entrada libre, ajeno a las restricciones
típicas de una propiedad privada, donde un ciudadano puede ejercer a su merced
la actividad deseada, acotándose a los límites lógicos de la ley. En este marco
de estudio, el espacio público toma
un rol muy ambiguo y laxo conforme su categorización. Aparentemente, no se percibirían diferencias entre una
vereda y un parque, una playa y una plaza céntrica.
Trasladando el espacio público a la práctica, esta
conceptualización pierde potencia: el usuario lo adopta y utiliza con una
modalidad altamente selectiva, evitando una aplicación aleatoria de elección de
espacios/actividades. Los espacios y sus características proyectuales inciden
de forma contundente en el usuario y su forma de actuar/ejercer en el mismo.
Adoptando el rol de proyectistas,
esta categorización posible hacia el uso del espacio público debe de tomar un
rol primordial. Militando de psicólogos sociales hasta cierto punto, el
proyectista parte de una creencia propia sobre el espacio a tratar. Esta
creencia influirá directamente en todos los aspectos del proyecto, desde
trazados a limites o pavimentos, y se destacara el proyectista conforme cuán
bien tome estas decisiones.
Ejemplificando con casos
existentes en la sociedad que conocemos, analizando la plaza Liber Seregni, se
encuentra implantada dentro de una trama urbana densa, delimitando con vías de
gran flujo peatonal y vehicular. La escala y el uso de la plaza varia
fuertemente debido a la gran cantidad de usuarios que la frecuentan, inclusive
gran parte de los frecuentadores (entre semana) la usan meramente como un
espacio “de paso”. Léase, no se dirigen puntualmente a la plaza, sino la
utilizan de pasada. Refiriéndonos particularmente al pavimento (por ejemplo),
este factor repercute fuertemente sobre
el pavimento vegetal de la plaza, que se nota particularmente desgastado, perdiendo
así la calidad con la cual el espacio fue proyectado.
Por el contrario partida, podemos
analizar el caso de la Plaza Virgilio, la cual (a diferencia de la Liber
Seregni) se destaca por su ubicación perimetral y alienada. Esto repercute
fuertemente en el uso que los usuarios adoptan para la plaza, siendo un punto
estático de encuentro. Los usuarios permanecen ahí. De esta forma (continuando
con el ejemplo del pavimento vegetal), el uso de grandes colinas verdes da una
respuesta al usuario de gran adherencia, lo cual repercute en la calidad de uso
de la misma.
Concluyendo, esta humilde y
acotada comparación da un punto de partida para analizar y percibir la destreza
y necesidad de los proyectistas de espacios públicos a la hora de generar usos
y espacios para la sociedad. El entendimiento de las escalas y posibles usos
del objeto arquitectónico/urbanista a realizar, es un factor clave a la hora de
poner en práctica lo ideado, influenciando la toma de decisiones proyectuales y
definiciones a realizar.