lunes, 28 de septiembre de 2015

TU. F1: LAMORTE

Espacios Públicos Importados

El espacio público en las ciudades metropolitanas en general, en los últimos tiempos ha entrado en crisis, debido a la prevalencia del automóvil como medio de transporte, que hace que las personas pierdan el contacto directo con la calle -el espacio público que más abunda en una ciudad-, y más aún con las plazas y espacios de estancia.
Como respuesta a esa situación generalizada, aparece con la figura del arquitecto urbanista Jan Gehl la última tendencia en el área del urbanismo que propone considerar la escala humana en la ciudad metropolitana mediante la modificación de los espacios públicos, promoviendo el contacto entre las personas. Lo que se propone en definitiva es re pensar una ciudad dominada por el automóvil y la velocidad, creando o modificando el espacio público para bajar el ritmo, ofreciendo espacios pensados para el peatón o el ciclista.
La comprobación de que este tipo de ciudades pensadas para la escala humana funcionan mejor que aquellas regidas por el automóvil, se puede ver en ciudades como Ámsterdam, donde predomina la bicicleta como medio de transporte y los espacios públicos están bien cuidados y llenos de gente que se ve más alegre y disfrutando de la rutina diaria. Conocer estos lugares transmite ganas de que nuestra capital sea así, y creo que en parte es lo que se está buscando con los proyectos para nuestra ciudad.
En la agenda de Montevideo, en los últimos años se ha notado la iniciativa por parte de las autoridades municipales por mejorar los espacios públicos metropolitanos con trabajos como la renovación de plazas existentes -como es el caso de la Plaza de la Democracia-, o la creación de nuevas como la Plaza Seregni o el Parque de la Amistad, además de la implementación de ciclovías en distintas partes de la ciudad. De hecho, este año se convocó a Jan Gehl para que hiciera algunos estudios de la situación de Montevideo, para luego trabajar con alguien de su equipo en un proyecto. 
Pero para las ciudades como la nuestra, además de la predominancia del automóvil, existe otro factor que conduce a la crisis de los espacios públicos: la gente, los propios habitantes de la ciudad. Muchas veces los espacios públicos en Montevideo son vistos como lugares inseguros, vandalizados, donde se manifiestan los conflictos sociales, cuando el verdadero objetivo que estos tienen es promover la interacción y la integración.
Los espacios públicos montevideanos no funcionan como los de Ámsterdam porque la seguridad que se ofrece no es igual, porque la situación social y económica de la gente no es igual, y la educación y la forma en que se valoran las cosas tampoco lo son. Cuando se construye un nuevo espacio o se remodela uno existente para el bien de toda la sociedad, para integrar habitantes de todas las edades y todas las clases sociales, muchas veces se vandalizan casi de inmediato, y probablemente quienes lo hacen es porque no se sienten parte de la sociedad.
Las ciudades metropolitanas extendidas como Montevideo, tienen barrios y habitantes con condiciones de vida muy diferentes. Hoy en día, quienes viven en un barrio más carenciado quizás no conocen las normas de convivencia y de cuidado que implica un espacio público, porque quizás no tengan espacios públicos en su zona, ni hagan uso de ellos. Es por eso que es esencial crear espacios públicos de igual calidad en todas las áreas de la ciudad, y con actividades y servicios adaptados a cada una de esas áreas. Que los habitantes de Montevideo tengan la oportunidad de participar en el proyecto de los espacios públicos de su barrio, para que los sientan propios y de esa forma no sientan la necesidad de destruirlos.

Si todos conocen el funcionamiento y beneficios de un espacio público, si todos tienen su espacio público cuidado a escala barrial, cuando visiten otras áreas de la ciudad o espacios de mayor escala, se van a sentir parte porque el tratamiento es el mismo en todos lados, y el espacio público tendrá más posibilidades de ser un lugar seguro. Si es seguro, la gente concurre, interactúa y se integra. La creación de espacio público en Uruguay no es tan simple como importar de Europa algo que allí funciona, porque la gente uruguaya no es como la europea. Hay que educar en el valor de estos espacios, insistir en que la ciudad es de todos, que los espacios públicos no hacen diferencia entre las personas y su riqueza está justamente en la diversidad de usuarios y su capacidad para integrarnos a todos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario