Montevideo es un claro ejemplo de ciudad
latinoamericana, con influencia luso americana. En sus comienzos los procesos
económicos y de planificación inclusive en el plano urbano estaban dirigidos
notoriamente por el Estado, hasta optar por un modelo basado fundamentalmente
en el neoliberalismo y la globalización.
Claramente la ciudad de Montevideo estaba
regulada por las “Ordenanzas de Descubrimiento y Población”. La plaza mayor “La
plaza Matriz” ubicada en una estructura clave para el acceso a ella es la que
actuaba como organizador de la ciudad. Aproximada a esta se habían ubicado las
viviendas de las familias de clase alta o familias de los conquistadores, llamado
hoy en día ciudad vieja; un poco más hacia la periferia pero en un lugar
intermedio se ubican las familias de clase media y más hacia el borde de la
ciudad (la periferia) se encontraban las familias de clase baja. De esta manera
la gran concentración de personas se hallaba en la periferia y en la plaza
mayor. La ciudad vieja de Montevideo como se puede apreciar en un plano
contiene una cuadrícula no tan perfecta como ciudades Españolas debido a la
ubicación sobre un puerto, con una forma como medialuna (como nombra en el
texto, ciudad centro-periferia, como algunas ciudades brasileñas frente al mar)
pero la respeta casi en la perfección. La orientación de la ciudad se daba en
base a la economía asentada en la exportación de recursos naturales.
Como en la mayoría de las colonias
españolas en el siglo XIX llegaron inmigrantes europeos (comerciantes,
industriales, artesanos y agricultores) que también influyeron en la forma de
la ciudad, un ejemplo de esto lo son los bulevares Franceses, representados en
el Prado de Montevideo o Bulevar Artigas.
En las primeras décadas del 1930, los barrios de clase baja se
desplazan al centro de la ciudad en una estructura de forma de pasaje, en
asentamientos, bajo el nombre de “vecindad”, pero al mismo tiempo nacían los
barrios de bajos recursos hacia las afueras de la ciudad, un ejemplo de esto es
el barrio del cerro o la parte de ingreso de la cuidad por el lado oeste. A su
vez las familias más adineradas se comenzaron a alejar cada vez más del centro
de la ciudad, como por ejemplo los barrios Punta Gorda o Carrasco,
caracterizados por grandes espacios verdes y servicios de seguridad de
protección a las casas. Un poco más adelante en el tiempo se empiezan a
construir los centros comerciales y los shoppings, como también los clubes de
campo, como una forma de alejamiento de ese centro densamente poblado. Las
personas más caracterizadas por ser de clase media comienzan a vivir en torres
de departamentos muy bien protegidas por servicios de seguridad.
Como hace referencia en el texto, “hoy en
día solamente dos principios estructurales del pasado todavía continúan
vigentes: la tendencia sectorial-lineal y el crecimiento celular”. Debido a la alta densidad de población y el
crecimiento de la ciudad hacia la periferia, fue necesaria la construcción de
calles amplias, avenidas, bulevares y rutas de fácil acceso a la ciudad.
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