La ciudad
compacta:
En la época
colonial, el artículo define las características de las ciudades en las
colonias hispanoamericanas. Como ejemplo de ello encontramos a Montevideo. Las
capitales se situaban en puntos estratégicos, donde además existieran
condiciones climatológicas que le permitieran funcionar sin problemas. En el caso de Montevideo, el lugar que mejor
se adecuaba era aquel en el que se habían establecido los portugueses, ya que
además de ser un puerto natural, la bahía era bastante cerrada y la presencia
de un cerro permitía obtener visuales importantes para la defensa de la ciudad. La corona
española mandó a Zabala a expulsar a los portugueses que se encontraban en el
momento en la bahía de la ciudad portuaria.
Una de las grandes
particularidades de este tipo de ciudades era la presencia de una plaza
principal, punto de partida para la estructuración de la ciudad y el diseño de
la red de calles urbanas. La cercanía o lejanía de ella implicaba una mejor o
peor posición social respectivamente. Montevideo, planteada como ciudad
mediterránea y no costera, fue conformada por un damero de manzanas regulares
estructuradas en torno a una plaza, la plaza Matriz, la cual se encontraba
rodeada –así como el resto de las ciudades coloniales de la época- por la
iglesia (actual Catedral) y el edificio del gobierno (Cabildo). Esta ciudad se
encontraba delimitada por las murallas de defensa de la ciudad, de las cuales
actualmente lo único que se mantiene es el portal de entrada. Las manzanas
fueron delineadas según las Leyes de Indias, utilizando ángulos rectos. La
finalidad de esta ciudad era puramente militar, siendo vital el evitar las
invasiones de los portugueses, principalmente aquellas provenientes de Colonia
donde se encontraban estos en ese momento.
El análisis lineal,
desde el centro hasta la periferia de la ciudad reflejaba la organización
social de la ciudad. De esta forma la ciudad se constituía por círculos
sociales que determinaban a que sector social-cultural se pertenecía. En el
caso de la ciudad analizada, las manzanas fueron designadas a sus pobladores
mediante un reparto, o de otra manera podría suceder por merced de la corona. Las
primeras familias que poblaron lo que luego se llamaría Montevideo fueron de
origen español, provenientes de las Islas Canarias y eran procedentes de otro
centro colonial, Bueno Aires. Montevideo
se encontraba bajo el poder español y de la sociedad jerarquizada en razas y
clases. Las clases superiores estaban formadas por comerciantes, prestamistas y
funcionarios de alto cargo entre otros; por debajo de ellos se encontraban los
pulperos, militares, funcionarios de menor cargo y artesanos. Por último se
encontraba la población esclava que conformaba un tercio de los habitantes.
La organización gradiente se daba en cuanto a la finalidad de esas tierras. Los
centrales, interiores a las murallas eran destinados a viviendas, por fuera de
la fortaleza se extendía el ejido, zona donde estaba prohibido edificar de
forma permanente. Más allá de éste, se encontraban los terrenos de propios.
Como puntos
principales de las condiciones que permitieron la formación de las ciudades
coloniales podemos destacar la importancia dada a la organización entorno a una
plaza central, un crecimiento lento y pausado que se fue extendiendo de manera
natural, y un fondo económico que se da gracias al aprovechamiento de los
recursos naturales. En Montevideo destaca la utilización de las tierras como
medio de explotación del ganado y a su vez fue aumentando el comercio en la
ciudad dándole lugar a un aumento de población y un crecimiento de la ciudad en
sí misma.
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