martes, 28 de octubre de 2014

TU. F2: Martínez, Federico

El espacio público y la periferia de Montevideo.

Montevideo ha crecido exponencialmente desde mediados del siglo XX hasta nuestros días, no solamente por la inmigración proveniente del viejo continente, mucho también a influido la migración campo-ciudad y la expulsión de las clases menos pudientes del centro de la ciudad.
Este nuevo diseño se ha dado de manera azarosa, sin planificación previa. Mayoritariamente en solares divididos por empresarios de antiguos terrenos que constituían casas quintas o padrones más grandes. Estos espacios al no presentar un diseño estudiado para su urbanización y desarrollo de una sociedad, es un lienzo casi en blanco (refiriéndonos a la falta de infraestructura vial, espacios públicos, etc.) para poder generar un planeamiento adecuado para su desarrollo socialmente sustentable.

Estas expansiones debemos intentar controlar, o al menos dotar de infraestructura necesaria. Observando la periferia los contextos críticos de esta, vemos que se encuentran conectados mediante arterias principales de la ciudad, pero estas no se encuentran adecuadas para su uso, no solo vehicular (que mal o bien funcionan y logran su cometido), si no en una visión del peatón. Estas muchas veces carecen de veredas o en algunos casos existen pero se encuentran pesimamente mantenidas y adecuadas a los usos que podría llegar a darle al residente de la zona como espacio público (un claro ejemplo es la Av. José Belloni, que posee por partes una amplia vereda sin tratamiento alguno para su uso y en otros trayectos hasta carece de vereda). Por otro lado las calles que vinculan el interior de estos barrios no se encuentran en buen estado, muchas de ellas ni siquiera están pavimentadas, causando una sensación de marginación en los habitantes, no sintiéndose incluidos en la ciudad, no escuchados ni tenidos en cuenta.  

Es necesario la construcción de calles y reconstrucción de estas, no solo para un desarrollo del automóvil (permitiendo el acceso de la población a este y su circulación, que ya existe bien o mal), si no una política de inclusión de la sociedad, permitiendo un mejor nivel de vida, haciendo que su percepción sea agradable, generando bienestar en su rutina.

Del mismo modo si nos referimos a la periferia de Montevideo hablamos mayoritariamente de clase media baja y baja en términos socioeconómicos, mostrando niveles altos de delincuencia y hechos violentos. Esto es muy común no solo por la situación económica de los habitantes, tiene mucha incidencia la calidad del espacio en la que ellos viven y se vinculan. El tener que estar recluidos en sus hogares, por la falta de espacios públicos calificados genera que estos no sepan convivir, no exista tolerancia entre ellos, creando un sentimiento individualista, no sintiéndose incluidos en la comunidad en la que viven.

Esto es posible empezar a cambiarlo, si se generan espacios públicos tales como plazas, parques, plazas de deportes, etc., que incluyan a los habitantes, haciéndolos sentir parte de esa comunidad, aprendiendo a convivir con el vecino en un mismo espacio, enseñando a cuidar lo que es de todos y que todos disfrutan.


Una buena forma de partida para poder desarrollar esto teniendo el compromiso de los vecinos es haciéndolos participes del plan a desarrollar, preguntándoles que es lo que ellos reclaman, que les gustaría y como seria. Así en lugar de generar una resistencia al cambio los incluye, de una manera participativa, generando una conciencia como comunidad. 

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