Análisis
de la película "La Escala Humana"
de Jan Gehl, y referencias con
Montevideo.
Jan Gehl, arquitecto y profesor danés, ha estudiado el comportamiento humano en las ciudades durante 40 años. Ha documentado cómo las ciudades modernas repelen la interacción humana y asegura que podemos empezar a construir ciudades de una manera en que las necesidades humanas de la inclusión y la intimidad, sean tomadas en cuenta.”[1]
Con este
video, se busca reivindicar las ciudades diseñadas para las personas y
adaptarlas a su propia escala, para darle la felicidad que los habitantes
sienten al atravesar una ciudad a su escala justa, una ciudad diseñada para el
hombre y no para el automóvil. El rápido crecimiento y urbanización de las
ciudades no permitió diseñar estos aspectos claves con anterioridad y ahora se
trata de proyectar sobre la ciudad existente.
Personalmente,
creo que esta cuestión pasa en casi todo el mundo, la ciudad parece estar
diseñada solo para el auto, y hoy en día se trata de remediar esto, con la
inclusión de peatonales, parques, plazas y lugares donde estar y recorrer sin
vehículo. Un ejemplo para esto ocurre en la ciudad de Montevideo,
principalmente en el centro y en sus sectores aledaños, donde los edificios, el
“hormigón”, y el transito automovilístico, ocupan la mayor parte del suelo,
dejando un mínimo espacio para las personas y sus actividades al aire libre;
entonces la inclusión de parques, plazas, peatonales y áreas de vida pública
son los que se tratan de incluir para lograr espacios de desahogos donde el
transito termina siendo un tema estresante.
Peatonal Sarandí, Ciudad Vieja, Montevideo, 1992
En la época
de los 60 mucha gente comenzó a mudarse del campo a la ciudad. Las casas se
convirtieron en “maquinas de habitar” y las ciudades en “maquinas de vivir”. Los
modernistas trataban de separar la vida de la ciudad, hacían edificios como lo
fue “El Conjunto Habitacional en Marsella” de Le Corbusier, donde se incluían
varias actividades para las cuales los usuarios no precisen salir de ellos. La
planificación urbanística desde los años 60 se hizo en torno a los automóviles,
y para mejorar la velocidad del crecimiento. Ahora los expertos buscan un
cambio radical para esta situación que priorice a las personas. Primero se le
dio forma a las ciudades y en la actualidad las ciudades dan reglas para
habitar.
El gran
desafío es la calidad de vida. En China, hubo un rápido traslado del campo a la
ciudad urbanizada y los edificios comenzaron a crecer muy rápidamente y hoy la
ciudad se encuentra súper poblada, faltándole espacios públicos y lugares de
desahogue para aberrante urbanización donde lo que se percibe son grandes masas
de hormigón. Y por otro lado están los barrios pobres con calles angostas donde
no pasa ni un solo auto por lo cual la calle se usa para recorrerla y como
lugar de encuentro. China es una ciudad que crece demasiado y el viaje en
bicicleta de la casa al trabajo se hace cada vez más largo, por lo que los
habitantes se ven obligados a usar el transporte, ya sea su propio auto o el
transporte colectivo. Por lo que de una manera poco controlable, el crecimiento
de las ciudades hace que se incentive el uso de los vehículos. Además el
crecimiento de las ciudades y de la distancia entre el lugar de trabajo y el
hogar, consigue inconscientemente que el habitante cada vez tenga menos tiempo
libre para otras actividades y su vida sea menos alegre.
Pocitos, Montevideo
Los expertos urbanistas se cuestionan: “¿qué se hace cuando las personas
no salen de su hogar?” Viven en torres de hormigón sin tener un espacio verde a
sus pies o aún teniéndolo no desean salir, Nueva York es un claro ejemplo de esto,
los habitantes que viven en edificios en altura tratan de salir lo menos
posible, les alcanza con tener lindas vistas del exterior; entonces, lo que se
produce es un aislamiento social.
También cuando se construyen las casas con grandes patios traseros y jardines privados donde no perciben la necesidad de salir a disfrutar los espacios exteriores; esto se puede referenciar en el barrio Carrasco de Montevideo, donde las casas tienen sus patios y jardines inmensos, y el área urbana verde queda casi obsoleta o con un mínimo de uso. Se podría revertir incluyendo elementos urbanos que le den vida a las calles y veredas públicas, para que los habitantes deseen salir y estar más tiempo fuera de sus casas.
Imagen de casa en Carrasco, Montevideo
Con omisión a
esto, cuando los proyectistas diseñan un plan urbano, la mayoría solo lo hacen
para la gente media o alta, los “pobres” quedan excluidos haciéndolos aún más necesitados,
por ejemplo en Daca, Bangladesh, donde propusieron un plan que prohíbe la
circulación de carros en las calles, incentivando aún más a utilizar los autos
y dejando a los marginados sin demasiados recursos; cuando deberían hacer lo
contrario, darle mejores espacios a los habitantes que se transportan en carros
o bicicletas. Lo mismo pasa en las calles centrales y principales de
Montevideo, no se planificó el espacio suficiente para bicicletas o peatones, y
en calles de alto transito como lo es la Avenida “18 de Julio”, es muy
peligroso circular sin vehículo.
Avenida 18 de Julio, Montevideo
Cada rincón de
espacio público debe ser pensado cautelosamente, se deben incluir equipamientos
urbanos y elementos que inviten al hombre a ocuparlo. Por ejemplo, los
callejones son espacios entre edificios, que dan un mal aspecto si no están
bien acondicionados, con la inclusión de equipamiento urbano (luminarias,
bancos juegos, mini- tiendas, etc.), estos espacios pueden cambiar radicalmente
su aspecto habitual. Y al momento de diseñar un área, también es importante dar
espacios de sol y de sombra porque todos tenemos distintas percepciones y
gustos sobre el ambiente.
En Chistchurch,
Nueva Zelanda, ocurrió una protesta donde se solicitaba una “ciudad para la
gente y no para los automóviles” A raíz de esto, el nuevo plan de remodelación para
la ciudad limita la altura máxima a 7 plantas, disminuyendo así la densidad de
población por zonas y mejorando la cantidad y calidad de los espacios públicos.
Está claro
que en las ciudades donde se ha perdido el espacio público, se están
preocupando por reivindicarlos; y se aprendió entonces que, así como cuando hay
más carreteras hay más autos, también cuando hay más espacios públicos hay más
vida pública.
[1] Véase en
internet: http://www.plataformaarquitectura.cl/cl/tag/jan-gehl
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