The
Human Scale es un documental del Arquitecto Danés y Diseñador urbano
Jan Gehl que evidencia algunos de los errores que el ser humano
ha cometido en esa carrera por querer conquistar y dominar el espacio, sin
prever que, en verdad sería la ciudad la que lo terminaría moldeando a
él.
Un documental que viaja
por el mundo y resume en tan solo cinco capítulos una idea que ha sido
ampliamente celebrada por décadas: Las ciudades son mejores cuando son pensadas
para los peatones. Jan Gehl, ha estudiado el
comportamiento humano en las ciudades durante 40 años y ha documentado cómo las
ciudades modernas repelen la interacción humana, asegurando que podemos empezar
a construir ciudades de una manera en que las necesidades humanas de la inclusión
y la intimidad, sean tomadas en cuenta.
El 50% de
la población mundial vive en zonas urbanas y se estima que en el año 2050 este
porcentaje aumentará hasta el 80%. Hoy enfrentamos el auge del petróleo, el
cambio climático, la soledad y graves problemas de salud debido a nuestro
estilo de vida.
¿Cuántas
personas pasan por esta calle a lo largo de un período de 24 horas?
¿Qué
porcentaje de los que pasan son peatones?
¿Cuántos
están conduciendo automóviles o bicicletas?
¿Qué parte
de la calle están autorizados a ocupar los distintos grupos?
¿Está
funcionando bien la calle para todos sus usuarios?
Calles
peatonales
Ciclovías
Reorganización
de los parques, plazas y otros espacios públicos
Espacio
público eficiente en términos económicos, ambientales y sociales, es decir, en
términos sustentables, son algunos de
los temas y preguntas que se plantean en este documental.
The Human
Scale invita al espectador a replantearse el modo en el que se
han construido las ciudades durante los últimos tiempos y a reflexionar sobre
cómo esa forma incidió en su vida social más inmediata. Lejos de ser un filme
negativo, esta producción es un claro ejemplo de cómo un documental puede
realizar un análisis crítico de una determinada temática y, al mismo tiempo,
presentar soluciones, oportunidades y alternativas para no quedarnos sólo en la
crítica negativa.
Considerando todos las
ideas y proyectos que se plantean en este documental, entiendo que existen varias
zonas de la Región Metropolitana de Montevideo, donde proyectos basados en la
escala humana, podrían tener un impacto altamente positivo, como por ejemplo en
la Ciudad de la Costa, Pando, Empalme Olmos entre otros.
Si bien estoy
absolutamente de acuerdo en que las ciudades son mejores si se piensan para el
peatón, el vehículo hoy, es una realidad que no se puede ignorar.
Todos somos conscientes que la infraestructura urbana con la que cuenta
la Ciudad de la Costa en la actualidad, deja mucho que desear. Residentes de
esta zona son algunos de los que más sufren cada vez que hay grandes lluvias,
ya que es sabido que la gran mayoría de las calles se ven desbordadas. Por eso
me parece que es una de las zonas con mayor potencial para un proyecto de estas
características. Una reconstrucción de calles, incorporando bici sendas, plazas
secas y peatonales incentivaría a dejar un poco más de lado los autos.
Un punto clave y no menor, es el estilo de vida que llevan los
Residentes de la ciudad de la costa, quienes muchos se fueron de Montevideo
para respirar un aire un poquito más puro, y no sufrir tanto el ruido de la
ciudad. Es una zona donde no existen los edificios en altura y donde la vida es
bastante más tranquila. Por eso considero que el impacto sería altamente
positivo ya que simplemente estaríamos mejorando el estilo de vida a sus
habitantes. No así en otros sectores de la región.
Es una realidad que en zonas muy urbanizadas de Montevideo, un proyecto
como estos, sería prácticamente imposible, ya que el estilo de vida está
demasiado implementado como para generar un impacto tan grande. Veo muy difícil
la posibilidad de que aquellos que van a trabajar en auto y llegan en 10
minutos a su trabajo, cambien el auto por una bicicleta.
La seguridad en la que vivimos hoy en Montevideo, es otro de los
factores a tener en cuenta. Montevideo no es Copenhague, y la inseguridad es
uno de los mayores problemas al que se enfrenta el Uruguay. Si bien soy
absolutamente partidaria de todos los proyectos urbanos que apoyen la
sustentabilidad, debemos ser realistas y entender que hay lugares donde un
proyecto a escala humana sería muy difícil de abordar.
Coincido con Rosina en el aspecto que puede resultar complicado que las personas cambien su cabeza y pasen a usar la bicicleta en lugar del automovil. Sin embargo, creo que hay otras estrategias que se pueden realizar. Una buena medida, para ir comenzando a realizar el cambio podría ser mediante la implementación de sendas especiales para autos que lleven consigo mas de 3 personas. Esta medida alentara a las personas a compartir el automóvil en vez de que cada uno vaya en su auto. Creo que es una solución sencilla para disminuir la cantidad de autos en la calle.
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