Según el autor el desarrollo urbano de las ciudades latinoamericanas
puede ser modelado en cuatro momentos: el período de la ciudad colonial, la
ciudad sectorial, la ciudad polarizada y por último la ciudad fragmentada.
Estos momentos o modelos se distinguen según sus dimensiones temporales y
espaciales. Conociendo estos momentos podemos fácilmente identificarlos con la
historia y el desarrollo de nuestra ciudad Montevideo.
Montevideo se funda en el año 1726 por Mauricio de Zabala. Las
primeras familias que llegan comienzan a asentarse en la ciudad en los años
siguientes y en 1750 se plantea el primer trazado de la ciudad. Como bien se
describe en el texto la característica de este primer momento, el de la ciudad
colonial, es contar con una Plaza Mayor, la ciudad de Montevideo, como tantas
otras ciudades contemporáneas cumple con esta característica. Esta plaza desempeñaba
un importante rol social ya que la posición social de los habitantes se media
según la distancia de sus viviendas a la plaza. En el caso de Montevideo la
Plaza Mayor del primer trazado es la hoy en día llamada Plaza Constitución -
ahí mismo se firmo la constitución del país unos ochenta años después -,
inicialmente conocida como Plaza Matriz. Alrededor de esta plaza los colonos
españoles que habitaban la ciudad en esa época podían contar con una iglesia, el
cabildo y casas comerciales.
La ciudad de Montevideo en sus comienzos fue una ciudad amurallada,
el trazado se daba dentro de los límites de las murallas dejando un Ejido que
bordeaba la ciudad con el fin de protegerla. Montevideo no era una excepción en
cuanto a "una gradiente social centro-periferia y una estructuración
socio-espacial en círculos" como plantea Borsdorf ya que los aristócratas vivían
alrededor de la Plaza Zabala en las calles 25 de Mayo, Sarandí y Buenos Aires y
a medida que nos alejamos de la plaza más baja es la clase social que allí
vive, incluso las familias en peor situación económica terminaban viviendo en
el Ejido. Si bien Montevideo es una
ciudad porteña el primer desarrollo se dio en círculo ya que la plaza no estaba
situada frente al Río, sin embargo los siguientes crecimientos presentaron
"forma de medialuna" como se describe en el texto.
El segundo momento planteado por Borsdorf se da entre 1820 y 1920 y
lleva el nombre de la ciudad sectorial, es la primera fase de rápida urbanización
ya que en la época anterior el crecimiento se daba de forma muy lenta. Este
segundo momento coincide con la declaratoria de la independencia de nuestro
país en 1825 así como con la Jura de la Constitución cinco años después. Para
estos años quedan tan solo pequeños resabios de la muralla en las calles Buenos
Aires y Bartolomé Mitre. Tal como se explica en el texto, a la independencia le
continúo un período de gran crecimiento social, inmigrantes que llegaban de
Europa y traían consigo sus propias modas urbanísticas.
La característica de esta época es "la diferenciación sectorial
orientada a estructuras lineales". Las clases altas se orientaban a los
bulevares principales dejando abandonadas las casas del centro que
posteriormente serían ocupadas por las clases más bajas. En el caso de
Montevideo podemos identificar en esta época la creación y crecimiento de la
Avenida 18 de julio. La ciudad se fue rearmando a través de esta Avenida y sus
paralelas hasta la calle Ejido, calle que tomo ese nombre dado que allí era
donde terminaba el Ejido.
En la tercera fase de crecimiento denominada la ciudad polarizada
entre los años 1920 a 1970 se da la segunda fase de rápida urbanización. Los
ricos se iban alejando cada vez más del centro de la ciudad y la diferencia
entre las zonas ricas y pobres de la ciudad se iba haciendo más fuerte.
En el comienzo de este tercer momento se construye la rambla de
Montevideo, ícono de la ciudad hasta nuestros días. El ingeniero Juan P. Fabini
proyectó y construyó la rambla desde el Puerto hasta Pocitos con un fin
principalmente de protección frente a las tormentas y vientos provenientes del
Río de la Plata ya que en ocasiones anteriores a su construcción el agua había
causado destrozos y tragedias en la
ciudad, trasladando las zonas industriales y asentamientos pobres que allí existían
hacia el norte de la ciudad. En la zona de la Rambla comienzan a construirse
casas de magnitudes imponentes y edificios en altura, muy propio de esta época
según Borsdorf ya que se caracterizó en parte por el crecimiento en vertical
generando las primeras viviendas sociales.
Finalmente el autor distingue una última fase de crecimiento urbano,
la más reciente que toma lugar desde el 1970 hasta nuestros días y se la nombra
la ciudad fragmentada. Una de las características principales de esta época es
el hecho de que las zonas periféricas y periurbanas volvieron a tomar
importancia y mostrar un atractivo importante especialmente para las clases
sociales altas.
La construcción de grandes autopistas permiten un flujo de
movimiento por la ciudad más rápido y fluido acortando las distancias,
especialmente en Montevideo donde las distancias de por sí son cortas. En la
etapa anterior y la anterior las zonas periféricas de las que estamos hablando eran vistas muy lejanas ya que los medios de
transporte y las vías de circulación así lo determinaban, a tal punto que el
barrio Carrasco era visto como balneario. Hoy en día eso cambio rotundamente
por lo que muchas de las familias de clase media alta y alta pasan a vivir en
zonas periféricas mientras que siguen trabajando en el centro. El departamento
de Montevideo tiene la particularidad de no permitir la creación de barrios
privados y cerrados por lo que estos se construyen en las afueras de
Montevideo, en el departamento de Canelones generando en cierta forma que la
ciudad se agrande hacia esa zona y se confundan los limites
interdepartamentales.
En cuanto a la ciudad comercialmente se da un cambio importante en
esta época, la mayor importancia la tienen los shoppings centers y los malls
debido en parte a un tema de seguridad y comodidad, teniendo todo más cerca y
protegido.
Las zonas industriales y se ubican en la periferia y a ellas se
acceden por medio de grandes autopistas. En nuestra ciudad es cada vez mayor la
cantidad de industrias que se trasladan del puerto, centro o ciudad vieja hacia
los límites de la ciudad en parte por ciertas normativas que así lo imponen.
En conclusión como bien dije al principio de la reflexión nuestra
ciudad no se queda al margen del desarrollo clásico y característico de las
ciudades latinoamericanas, presentando las mismas ideas, mutaciones y planteos
que varias de las ciudades de nuestro continente y adaptándose así a los
modelos de desarrollo urbano que Borsdorf plantea.
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