domingo, 12 de octubre de 2014

TPU. F1: Mariñansky.

Según el autor el desarrollo urbano de las ciudades latinoamericanas puede ser modelado en cuatro momentos: el período de la ciudad colonial, la ciudad sectorial, la ciudad polarizada y por último la ciudad fragmentada. Estos momentos o modelos se distinguen según sus dimensiones temporales y espaciales. Conociendo estos momentos podemos fácilmente identificarlos con la historia y el desarrollo de nuestra ciudad Montevideo.

Montevideo se funda en el año 1726 por Mauricio de Zabala. Las primeras familias que llegan comienzan a asentarse en la ciudad en los años siguientes y en 1750 se plantea el primer trazado de la ciudad. Como bien se describe en el texto la característica de este primer momento, el de la ciudad colonial, es contar con una Plaza Mayor, la ciudad de Montevideo, como tantas otras ciudades contemporáneas cumple con esta característica. Esta plaza desempeñaba un importante rol social ya que la posición social de los habitantes se media según la distancia de sus viviendas a la plaza. En el caso de Montevideo la Plaza Mayor del primer trazado es la hoy en día llamada Plaza Constitución - ahí mismo se firmo la constitución del país unos ochenta años después -, inicialmente conocida como Plaza Matriz. Alrededor de esta plaza los colonos españoles que habitaban la ciudad en esa época podían contar con una iglesia, el cabildo y casas comerciales.

La ciudad de Montevideo en sus comienzos fue una ciudad amurallada, el trazado se daba dentro de los límites de las murallas dejando un Ejido que bordeaba la ciudad con el fin de protegerla. Montevideo no era una excepción en cuanto a "una gradiente social centro-periferia y una estructuración socio-espacial en círculos" como plantea Borsdorf ya que los aristócratas vivían alrededor de la Plaza Zabala en las calles 25 de Mayo, Sarandí y Buenos Aires y a medida que nos alejamos de la plaza más baja es la clase social que allí vive, incluso las familias en peor situación económica terminaban viviendo en el Ejido.  Si bien Montevideo es una ciudad porteña el primer desarrollo se dio en círculo ya que la plaza no estaba situada frente al Río, sin embargo los siguientes crecimientos presentaron "forma de medialuna" como se describe en el texto.

El segundo momento planteado por Borsdorf se da entre 1820 y 1920 y lleva el nombre de la ciudad sectorial, es la primera fase de rápida urbanización ya que en la época anterior el crecimiento se daba de forma muy lenta. Este segundo momento coincide con la declaratoria de la independencia de nuestro país en 1825 así como con la Jura de la Constitución cinco años después. Para estos años quedan tan solo pequeños resabios de la muralla en las calles Buenos Aires y Bartolomé Mitre. Tal como se explica en el texto, a la independencia le continúo un período de gran crecimiento social, inmigrantes que llegaban de Europa y traían consigo sus propias modas urbanísticas.
La característica de esta época es "la diferenciación sectorial orientada a estructuras lineales". Las clases altas se orientaban a los bulevares principales dejando abandonadas las casas del centro que posteriormente serían ocupadas por las clases más bajas. En el caso de Montevideo podemos identificar en esta época la creación y crecimiento de la Avenida 18 de julio. La ciudad se fue rearmando a través de esta Avenida y sus paralelas hasta la calle Ejido, calle que tomo ese nombre dado que allí era donde terminaba el Ejido.

En la tercera fase de crecimiento denominada la ciudad polarizada entre los años 1920 a 1970 se da la segunda fase de rápida urbanización. Los ricos se iban alejando cada vez más del centro de la ciudad y la diferencia entre las zonas ricas y pobres de la ciudad se iba haciendo más fuerte.
En el comienzo de este tercer momento se construye la rambla de Montevideo, ícono de la ciudad hasta nuestros días. El ingeniero Juan P. Fabini proyectó y construyó la rambla desde el Puerto hasta Pocitos con un fin principalmente de protección frente a las tormentas y vientos provenientes del Río de la Plata ya que en ocasiones anteriores a su construcción el agua había causado destrozos y tragedias  en la ciudad, trasladando las zonas industriales y asentamientos pobres que allí existían hacia el norte de la ciudad. En la zona de la Rambla comienzan a construirse casas de magnitudes imponentes y edificios en altura, muy propio de esta época según Borsdorf ya que se caracterizó en parte por el crecimiento en vertical generando las primeras viviendas sociales.

Finalmente el autor distingue una última fase de crecimiento urbano, la más reciente que toma lugar desde el 1970 hasta nuestros días y se la nombra la ciudad fragmentada. Una de las características principales de esta época es el hecho de que las zonas periféricas y periurbanas volvieron a tomar importancia y mostrar un atractivo importante especialmente para las clases sociales altas.

La construcción de grandes autopistas permiten un flujo de movimiento por la ciudad más rápido y fluido acortando las distancias, especialmente en Montevideo donde las distancias de por sí son cortas. En la etapa anterior y la anterior las zonas periféricas de las que estamos hablando  eran vistas muy lejanas ya que los medios de transporte y las vías de circulación así lo determinaban, a tal punto que el barrio Carrasco era visto como balneario. Hoy en día eso cambio rotundamente por lo que muchas de las familias de clase media alta y alta pasan a vivir en zonas periféricas mientras que siguen trabajando en el centro. El departamento de Montevideo tiene la particularidad de no permitir la creación de barrios privados y cerrados por lo que estos se construyen en las afueras de Montevideo, en el departamento de Canelones generando en cierta forma que la ciudad se agrande hacia esa zona y se confundan los limites interdepartamentales.

En cuanto a la ciudad comercialmente se da un cambio importante en esta época, la mayor importancia la tienen los shoppings centers y los malls debido en parte a un tema de seguridad y comodidad, teniendo todo más cerca y protegido.

Las zonas industriales y se ubican en la periferia y a ellas se acceden por medio de grandes autopistas. En nuestra ciudad es cada vez mayor la cantidad de industrias que se trasladan del puerto, centro o ciudad vieja hacia los límites de la ciudad en parte por ciertas normativas que así lo imponen.

En conclusión como bien dije al principio de la reflexión nuestra ciudad no se queda al margen del desarrollo clásico y característico de las ciudades latinoamericanas, presentando las mismas ideas, mutaciones y planteos que varias de las ciudades de nuestro continente y adaptándose así a los modelos de desarrollo urbano que Borsdorf plantea.

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