martes, 28 de octubre de 2014

TU. F2: Berrutti, Gonzalo


LA ESCALA HUMANA

Sé que en Montevideo podemos encontrar varias de las problemáticas planteadas en el documental. La conquista vehicular sobre la peatonal, la minimización de circulaciones peatonales en la mayoría de las calles, una densificación de transporte mecánico para la que no tenemos espacio; por lo tanto se hace presente una estructuración muy fuerte, basada en un sistema funcional concreto, que define como debemos movernos en la ciudad y no deja espacio para la interacción.

Sin embargo no me imagino como intervenciones de esta escala podrían impactar en nuestras costumbres. Supongamos por ejemplo que decidimos tomar un par de calles importantes, como Av. Italia y Blvr. Artigas, y las convertimos en calles peatonales con bici senda  o para ser menos drásticos tomamos una de sus vías solamente. No tengo duda que habría un movimiento comercial hacia las mismas, que se podrían convertir en paseos peatonales funcionales y exitosos.

Pero que cantidad de personas dejaría de trasladarse en automotores y pasaría a bicicleta? Talvez sean muchos, ya hemos visto el éxito de las pocas bici sendas con las que contamos, pero para los casos que los traslados son mayores tengo mis dudas. Y el problema es que aquí no contamos con una gran cantidad de vías alternas, deberíamos mover este tráfico a calles secundarias y a fin de cuentas habremos generado un hermoso paseo y trasladado el problema del tráfico a otro lado. El movimiento este-osete en el área costera está limitado a Rivera, la rambla y Italia y ya estamos casi al límite, si retiramos una sin dejar una alternativa viable y aceptada no va a funcionar.

Talvez mi forma de pensar esta tan condicionada por la ciudad moderna que estoy cegado a estas posibilidades.

Creo que aquí es más efectiva y adaptable una suerte de microcirugía. Intervenciones de menor escala que retomen el sentido de barrio que supo ser identidad nuestra, esos pequeños lugares que le dan sentido a la vida, el pequeño parque donde uno se puede sentar al atardecer, la esquina donde jugamos con los amigos cuando somos jóvenes. Este tipo de espacios se han ido perdiendo ante una recalificación de la calle donde se prioriza el auto, no me parece mal hacerlo para las grandes vías de conexión que hacen al traslado de la población hacia el centro, pero no es adecuado para vías secundarias o terciarias.


Ya hemos visto como la limitación de tránsito y velocidad vehicular, en conjunto con una par de plazas y cortas peatonales ha sabido atraer actividad comercial y repercutido en un gran espacio de interacción donde la ciudad pasa a un plano más íntimo. Me refiero a Ciudad Vieja.

Si logramos implementar pequeños núcleos sociales de este tipo esparcidos por la ciudad, los dotamos de verde y los conectamos (ya sea por peatonales o calles verdes o lo que fuere) estaremos una paso más cerca de una ciudad humana.

1 comentario:

  1. Gonzalo muy interesante artículo. Coincido plenamente en que las acciones más chicas son las que se acercarían más a lo que necesita la ciudad de Montevideo. Debido al estilo de vida que plantea la ciudad, y que llevamos todos, estamos acostumbrados a las reuniones sociales ya sea de amigos o familia en lugares cercanos. Somos un pueblo todavía con carácter barrial, que prefiere una vez que puede, estar tranquilos y realizar actividades en lugares cercanos a tener que trasladarnos por la ciudad. Esto sucede también porque el transporte público no es el adecuado para movilizarse de un lado al otro en la ciudad.
    Si bien me parece que grandes acciones pueden llevar a la mejora de la ciudad y no hay duda de ello, considero que a menor escala intervenciones pueden fomentar principalmente la felicidad de los habitantes. Creo que se debería de realizar acciones donde se combinen grandes y pequeños planes, y mejorar la seguridad de la ciudad antes de actuar.

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