Montevideo: Realidad y Ficción de Megaciudad
Si pudiéramos
sintetizar en un gráfico la relación entre la calidad de vida de los habitantes
de una ciudad, en función de su tamaño y desarrollo, ¿en qué punto podríamos
ubicar a Montevideo respecto a las ciudades de las que habla Jan Gehl en su
documental “La Escala Humana”?.
Muchos de los
problemas detectados en los diferentes casos de estudio presentes en el
documental, tienen su correlato, aunque a una escala bastante menor en nuestra
ciudad. Si bien no poseemos los enormes ejes viales de ciudades como Nueva York
o Copenhague, en nuestras avenidas de menor escala, como la Rambla, 26 de Marzo
y Propios entre otras, se dan problemas similares de congestionamiento, donde
se prioriza al automóvil antes que al peatón a la hora de circular por la vía
pública.
Tráfico en
Bv. Artigas un miércoles por la tarde. http://www.youtube.com/watch?v=QxseBRXYqgs
Si bien no contamos con edificios de gran altura
multiplicados por todas partes, como ocurre en Los Ángeles o las ciudades de
China, existen zonas de Montevideo, como Pocitos o Ciudad Vieja, en donde la
escala de los edificios encierra de tal forma la calle, que la vuelve un
espacio, que al igual que en las grandes ciudades, es utilizado únicamente para
circular, sin dar cabida a que se den allí sucesos espontáneos, que generen a lo
que en el documental se refieren como “vida pública”.
Vista aérea
de los edificios de Pocitos. http://www.stonek.com/coment_es.php?outside=58372
Contamos a
diferencia de muchas ciudades con una gran variedad y cantidad de espacios
públicos, en donde podemos destacar mayoritariamente plazas y plazoletas;
aunque muchas veces, la falta de planificación y pienso desde una escala más
humana, relacionada a las actividades del habitante, ha llevado a que a estos
espacios se les dé poco uso, dejando así de ser útiles a su función de servicio
a la vida pública.
Plaza de
Deportes N°5. http://presupuestoparticipativo.montevideo.gub.uy/propuestas/plaza-de-deportes-no-5
En síntesis, si
bien la escala de nuestra capital no es directamente comparable con las
estudiadas por Gehl Architects, muchos de los problemas que se ven en las
grandes ciudades también se hacen presentes aquí, a una escala que corresponde
con las dimensiones de nuestra ciudad. Esos problemas siguen siendo igual de
importantes e influyentes en nuestra calidad de vida, al igual que los son para
las grandes ciudades de otras áreas del mundo.
Ahora bien, si
por un momento consideráramos que no existieran límites tangibles como los
aspectos económicos o legales, ¿es posible imaginar a Montevideo como una de
estas grandes ciudades que ha sido objeto de estudio en el documental? ¿Cómo
sería la estructura de la ciudad, sus edificios, sus espacios públicos? ¿Cómo
sería la relación entre los habitantes? ¿Iría de acuerdo esta forma de hacer y
vivir ciudad con nuestra cultura tradicional?
Como se puede
ver en la variedad de casos que aparecen en el video, la expansión y
densificación de las ciudades en todas partes del mundo tiene principalmente
que ver con un período de boom económico, desarrollo industrial y comercial y
el consiguiente aumento de la demografía en la ciudad como consecuencia de las
migraciones de la población de los alrededores.
En algunas casos
como el de las ciudades norteamericanas, existe para la expansión un correlato
económico; pero en otros casos como el de Daca, la explosión demográfica no
haya un equilibrio con el poder adquisitivo de la ciudad. Es como si se estuviera
hablando de dos realidades diferentes dentro de un mismo lugar, en donde cada
una se desarrolla por caminos independientes; mientras que el crecimiento
demográfico exige un aumento en la cantidad de construcciones, por otro lado,
la realidad de los habitantes de la ciudad es totalmente diferente. Esta falta
de un punto de contacto entre aumento de la población y falta de medios
económicos, conlleva a generar una ciudad de baja calidad tanto en sus
edificaciones como en la calidad de vida de sus habitantes.
Si existieran en
Montevideo los recursos económicos y administrativos como para llevar a cabo
grandes intervenciones urbanísticas que la convirtieran en una megaciudad, con
enormes rascacielos y pequeñas veredas a las que no llega la luz del sol; anchos
ejes viales, pensados para el beneficio de los automóviles, y sin tener alguna
consideración de la dimensión del peatón. ¿Cómo respondería nuestra cultura
tradicional a esto?
Creo que cuesta
imaginarlo, más allá de las posibilidades económicas y de desarrollo de una
ciudad, la forma en que ésta se crea y se vive está sumamente ligada a la
cultura y a la tradición de su población. La cultura de nuestro país en general
es bastante temerosa a los grandes cambios, y si bien estamos de alguna forma
atrasados en ciertos aspectos, tal vez eso también nos ha ayudado a evitar
estos tipos de expansión y proyección de ciudad desmesurada, donde se ha puesto
la importancia del vehículo y los grandes edificios en altura por sobre la percepción
humana de los espacios, dando como resultado ciudades funcionales para lo
artificial, que han dejado rezagado al verdadero artífice de la vida en ella:
el ser humano.
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