En el
documental “La Escala Humana”, se plantea una ambivalencia entre el modo del
ser humano con su capacidad hacia la autodestrucción y la recuperación de lo
perdido en el tiempo. A través de esto entiendo que se expresa una visión sobre
la imagen de la nueva ciudad del siglo XXI, donde el ser humano adquiere un
nuevo concepto sobre cómo construir la ciudad.
Considero
que uno de los puntos más importantes en ésta película es entender cuál es la
nueva escala que maneja el ser humano de felicidad. Dos factores han alterado
esta percepción en las personas, el manejo del espacio y el tiempo. La nueva
ciudad del siglo XXI se crea entorno a una creciente preocupación que es
¿cuánto demoro y cómo llego?
Actualmente
parece haber un mayor desprendimiento sobre lo que consideramos nuestro lugar
de permanencia. Los movimientos migratorios hacia las nuevas oportunidades en
el centro de la urbanización y la constante preocupación por saber qué es lo
que sucede en estos centros, han llevado a las poblaciones de las grandes
ciudades a perder ese espacio donde uno solía pertenecer. Los rascacielos
pasaron a ser el emblema de la maquina que mueve a las ciudades, los distritos
financieros y la mayor concentración de servicios.
Hoy en día,
vivimos la mayor parte del tiempo en espacios de transición, en los
no-espacios, que han llevado a desfigurar el estado natural al que pertenecemos
que es estando unos con los otros. Para poder reconstruir este eslabón perdido de
las relaciones y los espacios que fomenten al relacionamiento, primero debemos
entender la naturaleza de la gente; cómo ésta se inserta en la ciudad.
De esta
manera, todo radica en un problema central; la ciudad es la que nos está dando
forma a nosotros. A una generación con mas plata, que accede a mas y por lo tanto
nuevos modos de transporte y mayor comodidad. Por ende, nuevamente me refiero a
los dos focos de este análisis: espacio y tiempo. La perspectiva de
ensanchamiento es el nuevo foco de la ciudad moderna y que ha devenido en la
desaparición del modo de vida tradicional. Sin embargo, este pensamiento es el
que ha llevado adelante a muchas de las ciudades más importantes del mundo,
tomando como ejemplo el modelo de estados unidos y propagando estos modos de
vida que han sido el debate principal abordado en los años 60: la construcción
del aislamiento perfecto.
La
concientización actual sobre este aislamiento perfecto, esparcido a través de
la copia de modelos de ciudades, radica en analizar las actividades de las
personas y cómo se desplazan según sus necesidades. Cambiando el comportamiento
humano, las prioridades tienen a amoldarse en torno a ello, tratando de
multiplicar más la vida pública. Los cambios a futuro creo que deben estar
focalizados en cuanto lo que significa “ser urbano”. Tiene que ver con salir
del ámbito privado, con dejar de lado la relación tiempo-espacio para lograr
una actividad. “la gente ya no tiene tiempo”. Esta es la frase que ha definido
las movilizaciones en las nuevas ciudades. Para revertir esto se debe aspirar a
la espontaneidad en las situaciones del día a día, a tomarse el tiempo para
hacer algo más vivo a través de los recursos potenciales que ofrecen las
ciudades y evitar ser masas en espacios meramente transitorios.
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