LA
ESCALA HUMANA
La organización de las ciudades tiene un
impacto directo en la vida de sus habitantes, genera y posibilita estilos de
vida. Es por esto que los urbanistas deben asumir responsabilidad y tratar de
ser meticulosos con los cambios y realizaciones que proponen a la hora de
reestructurar las ciudades. La forma de plantear ciudades debe llevar a la
interacción humana, la conexión y la intimidad entre las personas. Los
urbanistas le dan forma a las ciudades y luego las ciudades le dan forma a la
sociedad.
Debido a los grandes avances en la
modernidad el hombre se debe insertar en un mundo frio, tendiendo a vivir más
en soledad y en espacios cada vez más reducidos. Pero el hombre siempre vivió
en grupo, su estado natural es el de convivir con personas, es por esto que las
propuestas modernas no tienen correlación con las necesidades del hombre que
habita las ciudades. Se debería lograr una planificación más orientada al ser
humano y no tanto con la mentalidad fría de apilar casas en una torre y
sistematizar todo tipo de construcción para el aprovechamiento del tiempo,
espacio y del dinero, ya que un apartamento con las dimensiones standard y con
los requerimientos justos y necesarios no siempre hace al confort de las
personas que lo habitan.
Además, cada cambio establecido para la
ciudad modifica en gran medida el paisaje, el entorno y la rutina en la cual se
movilizan las personas. Es de suma importancia no olvidar los espacios de
recreación que rompan con la urbanización extendida que se genera en las
ciudades. La actuación estelar del automóvil y otros medios de transporte
similares destruyen la calidad de vida de los habitantes de las ciudades. Se
debe tener en cuenta las transformaciones y los resultados que se dieron, por
ejemplo, en Times Square en Nueva York, donde las personas exponían sus
propuestas personales y opiniones acerca de que se debiera hacer en ese
espacio. Las personas quieren otro tipo de ciudades, ciudades orgánicas y más
humanas, donde la gran escala de los rascacielos y las autopistas no se lleve
todo el protagonismo, sino que la pequeña escala que es donde transitan las
personas también tenga la preocupación de los urbanistas.
Con las grandes construcciones, también
vienen los espacios inutilizados o inseguros. Es interesante el ejemplo de
Melbourne en Australia, donde los edificios generaron callejones inhabitados,
se propuso potenciar estos sectores mediante la incorporación de cafeterías abriendo
paso a un público muy amplio y una alta movilidad, obligando en cierta medida
recorrer la ciudad caminando, despojándose del automóvil.
Por otro lado, un aspecto importante a la
hora de planificar ciudades es el ordenamiento y preocupación por las personas
de niveles económicos muy bajos ya que su instalación en las ciudades afecta y
transforma gran parte de ellas. Es necesario planificar y sectorizar lugares
propicios para las viviendas sociales tratando de integrar de manera amable,
sin alejarlos a apartarlos de la vida de la ciudad.
Por último, la naturaleza es un aspecto de
jerarquía que asimismo se debe tener presente. Como lo ocurrido en Christ
Church con el terremoto del 2011 que derribó prácticamente toda la ciudad,
especialmente los edificios altos. Luego de esto, se tomaron en cuenta ciertas
conclusiones, la atención que se debe tener con la naturaleza a la hora de la
planificación tratándose de adaptar a ella y evitando la completa negación del
entorno y el clima en el cual se implanta la ciudad. Del mismo modo se tuvo
mayor escucha a la opinión de las personas y ellas reclamaban una ciudad más
baja y mayor cantidad de espacios de recreación que promovieran el reencuentro
entre las personas, mayor vitalidad y movilidad en las calles, mejorando asi
radicalmente la calidad de vida de las personas.
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