“La escala humana” de Jan Gehl,
análisis del filme
¿Cuál es el principal concepto que con el cual nos adherimos
inmediatamente al terminar este documental producido en base al trabajo del
arquitecto urbanista Jan Gehl y asociados? Caos. Caos en el presente, y caos aun
mayor en un futuro no tan lejano. El análisis se lleva a cabo mediante
ejemplificaciones diversas, con ciudades emblemáticas a nivel urbanístico y
cultural (New York, Copenhague, etc.) y ciudades emergentes o ajenas al
panorama primer mundista (Christchurch, Dhaka, etc.).
El punto de
vista adoptado por el documental gira siempre en torno al ser humano, y
principalmente a la psiquis del mismo, a su felicidad y exploración de
sensaciones. No se priorizan sus tiempos o economías, sino la forma en la que
el usuario de la ciudad participara social y emocionalmente con su ambiente más
elemental: la ciudad. Se analiza
extensamente la forma en la que las ciudades fueron creciendo o adaptándose en
torno a necesidades más primarias y superficiales, y como esto ha llevado a una
actualidad un tanto incoherente.
El filme
muestra la forma de estudio de Gehl sobre las ciudades, siempre centrado en
torno a “la vida entre los edificios” y no la arquitectura en sí. El estudio
filtra la idea de que la gente marca una tendencia hacia la vida privada, en
forma de claustro en cada residencia propia, excluyendo el mundo exterior para
fines utilitarios únicamente. La causa de esto según Gehl es la forma de
diagramación de ciudades, la forma en que son construidas e ideadas, con una
prioridad central: el automóvil.
Desde ejemplos como Nueva York o Chongqing, se plantea como una ciudad es
pensada mayoritariamente para el transporte, generando espacios residuales y
secundarios para los peatones, lo cual da una sensación adversa al espacio público
en sí. Esta problemática se arrastra desde el boom industrial, donde el
vehículo gano popularidad y genero un mundo en torno a él. Con el correr de las
décadas, el mundo fue asimilando la idea de que esa escala prioritaria para las
ciudades se tornaba equivocada, pero en muchos casos la vuelta atrás no se hace
tan fácil.
En los
ejemplos se brindan diferentes visiones, marcando Copenghaue como el caso de
mayor éxito en torno al espacio urbano. El caso de New York está marcado
fuertemente por sus costumbres sociales, y el pasado que conlleva, pero ha
dejado entrever una intención por devolver al usuario peatonal el espacio que
merece, al igual que el caso de Melbourne. Ejemplos más caóticos como Dhaka y
Chongqing plantean el conflicto entre transito y peatón, y la dificultad que
conlleva solucionarlos cuando las problemáticas fueron evitadas en los planes iniciales.
Un cambio de
perspectiva es necesario conforme a las ciudades y como vivimos dentro de
ellas, empezando por análisis y la generación de planes integrales que adopten
y nutran el futuro, con el fin de evitar el eminente caos que ya se está
desatando en los rincones más poblados del mundo. El automóvil y el transito no
son el enemigo. La falta de consideración hacia la escala humana lo es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario